Aceite de Neem:

La gran mayoría de los cultivadores hemos utilizado en alguna ocasión el aceite de neem en nuestras plantas. en unos casos por necesidad y en otras como método de prevención. En esta ocasión, hablaremos sobre qué es el neem y el aceite de neem, de dónde proviene, cómo se consigue obtener, y para qué se utiliza para diversas finalidades terapéuticas.
El hábitat natural del árbol de neem es la India, Vietnam, Birmania y Nicaragua. Aunque actualmente también se puede encontrar por todo Asia, África, América, Australia y por islas de gran parte del Pacífico.
Originario del clima subtropical y tropical, es un gran resistente a la falta de agua y sequedad. Respecto a su tamaño, el neem puede llegar a medir desde quince metros hasta treinta y cinco metros de altura, mientras que de diámetro puede llegar a medir de unos quince a dieciocho metros (cuando alcanza su desarrollo completo).

Su tronco es recto, con una fuerte y dura corteza agrietada que tiene tonalidades de castaño rojizo a gris. Sus hojas tienen dos tonalidades, siendo las hojas jóvenes de color purpura y muy asimétricas, mientras que las hojas maduras presentan un aspecto no tan asimétrico y están dentadas, ademas de tener un tono verdoso.

Su follaje y ramificación resultan muy amplios y exuberantes, teniendo la particularidad de que mantiene hoja todo el año (es perenne) menos cuando se ven en una situación adversa. En este caso se deshojan por completo.

No resiste temperaturas inferiores a cinco grados de temperatura, pero, por contra, sí es capaz de soportar altas temperaturas de hasta 36 grados o incluso un poco más. Da flores de color blanco y frutos amarillos llamados drupa, que tienen un aspecto y forma muy parecido al de una nuez, de los que se extrae el aceite y las semillas.

Conocido también como Nimba en muchos lugares, sus hojas, semillas, frutos, raíces y tallo son utilizados desde la antigüedad para diversos fines curativos o preventivos, como un repelente y plaguicida de insectos. Siendo muy valoradas todas sus propiedades y aplicaciones medicinales y agrícolas.



No obstante, todas estas propiedades están basadas en el conocimiento y medicina tradicional de nuestros antepasados, pero en la actualidad y desde hace un tiempo, se están llevando a cabo investigaciones y estudios por parte de científicos con que está realmente interesados en el árbol de neem, debido en gran parte a las propiedades insecticidas que posee, aunque sin dejar de lado los usos medicinales que pueda ofrecer.

Métodos y procesos de extracción del aceite de neem
Los métodos o procesos utilizados para la obtención del aceite de neem a partir de la extracción son de distintos tipos y nos ofrecen distintas calidades, así como distintas composiciones del aceite resultante final. Existen tres métodos para la extracción; extracción de aceites mediante la utilización de productos disolventes, prensado en frío o en caliente y extracción con hexano.

Las partes del árbol utilizadas para extraer el aceite de neem son sus semillas y frutos (drupas), estos son similares a nueces (de un tamaño de unos de unos 15mm a 30mm por unos 10mm a 16mm) y en el interior de estos frutos se encuentran las semillas. Cada fruto suele albergar una semilla en su interior, aunque en ocasiones contiene dos o tres semillas.
Los dos primeros procesos de extracción antes mencionados son los mas utilizados de todos, ya que de ellos se obtiene el mejor aceite, el de mayor calidad, siendo el prensado en frío el método del que se obtiene mayor calidad en la composición principal de ese aceite resultante de la extracción.

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